Monterrey, N.L. “Lo que hacen con nosotros es como abonar la tierra de los sembradíos. Estas semillas ya han germinado, y buscan el frescor del agua, pero también la luz del sol. En estos meses hemos sido iluminados por el sol de sabiduría”, expresó Sergio Hernández Rodríguez uno de los becarios del diplomado “Liderazgo, ética y valores”, impartido por el Centro VALIA y auspiciado por la Fundación UANL.

Sergio fue uno de los 36 estudiantes de excelencia, provenientes de 15 distintas facultades de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL), becados para cursar el diplomado que celebró su graduación el martes 16 de marzo en las instalaciones de la Fundación, y atestiguado de forma virtual.

En el diplomado los estudiantes abordaron temas como el autoconocimiento para el liderazgo, el propósito de vida, el propósito del futuro, los fundamentos de liderazgo y la responsabilidad corporativa, entre otros temas.

El compromiso de la “hipoteca social”

En la ceremonia de graduación Francisco Garza Egloff, Presidente de la Fundación UANL, comentó que los valores, ética y liderazgo conforman la forma de ser y de proceder para con los demás y con nosotros mismos, y no se pueden crear de forma artificial.

“Me tocó ver la robótica y ahora la inteligencia artificial, hay algo que es insustituible y que toda institución le dará todo el peso: son los valores, la ética y el liderazgo, eso no lo hace ninguna máquina”, dijo Garza Egloff.

Francisco Chapa Góngora, Presidente de la Comisión de Becas de la Fundación, planteó que existe una hipoteca social que los estudiantes viven al ser privilegiados por pertenecer a un reducido número de personas que logran tener un título universitario.

“Ustedes tienen altas las calificaciones y serán más altas cuando ejerzan. Busquen la felicidad, y esa se logra con el dar. Ustedes tienen esa hipoteca social, nos debemos a la gente y tenemos que luchar por ello”, expuso.

Autoconocimiento, reflexión y propósitos

En nombre de sus compañeros, Sergio Hernández, estudiante de octavo semestre de biotecnología, agradeció a las autoridades de la Fundación UANL y a los especialistas del Centro VALIA y se comprometió a ser un agente de cambio.

“El aprendizaje fue muy enriquecedor. Nos ayudarían a descubrirnos mejor. Entendimos que cada persona valora diferentes principios sobre los que rige su vivir, sin que por ello se encuentre necesariamente en un error.

“Comenzamos a descubrir el propósito de nuestras vidas. Prospectamos nuestro futuro y comenzamos a ver hacia fuera. Nos dimos cuenta del impacto que nuestras acciones y fuimos conscientes del liderazgo que poseíamos y que ese impacto fuera positivo”, expresó Hernández Rodríguez.