Al anunciar la no renovación del memorando con los países productores y puente para el tráfico de drogas hacia los Estados Unidos, el Presidente  Joe Biden, dijo que buscará con México intensificar el desmantelamiento de grupos criminales, el número de procesos penales y mayores incautaciones de bienes.

«EU está comprometido a trabajar junto con los países del Hemisferio Occidental como vecinos y socios para enfrentar nuestros desafíos compartidos del tráfico y el consumo de drogas», dijo Biden.

«En México, debemos continuar trabajando juntos para intensificar los esfuerzos para desmantelar las organizaciones criminales transnacionales y sus redes, aumentar los enjuiciamientos de líderes y facilitadores criminales y fortalecer los esfuerzos para incautar activos ilícitos», dice el Memorando.

Biden expuso que buscará respuestas conjuntas con México y Colombia para combatir al tráfico y consumo de estupefacientes particularmente las drogas sintéticas.

«Mi Administración buscará ampliar la cooperación con socios clave, como México y Colombia, para dar forma a una respuesta colectiva e integral y ampliar los esfuerzos para abordar la producción y el tráfico de drogas sintéticas peligrosas que son responsables de muchas de nuestras muertes por sobredosis, en particular de fentanilo, análogos de fentanilo y metanfetamina», agrega el Memorando.

Durante la administración de Donald Trump se le exigió al presidente Andrés Manuel López Obrador un progreso sustancial en la lucha antidrogas, lo que de no haber sucedido hubiera limitado ayuda bilateral.

De acuerdo con el reporte más reciente del Servicio de Investigación del Congreso de EU (CRS, en inglés), el total de la ayuda bilateral anticrimen para México bajo los diversos rubros de la llamada Iniciativa Mérida entre 2007 y 2021 alcanzó ya más de 3 mil 300 millones de dólares.

Desde mayo de 2019, López Obrador aseguró buscar desaparecer la Iniciativa Mérida pero hasta el momento los fondos destinados por el gobierno estadounidense bajo ese paraguas permanecen y desde entonces las administraciones de Trump y Biden negocian un nuevo modelo de cooperación anticrimen.